Nuestra capacidad de atención cada vez es menor, todo aquello que requiera más de 3 segundos probablemente pase desapercibido por nuestros ojos. Así nacieron los tweets, vines y las imágenes con texto.
El Snackable Content forma parte del marketing de contenidos. Su nombre viene de la palabra “snack” que significa pequeño aperitivo que se come rápido y que gusta bastante.
El objetivo del snackable content es ofrecer pequeñas dosis de información para captar la atención del cliente.
Hoy en día, la mejor forma de aplicar este tipo de técnica es a través de los tweets o de los vine, dependiendo de si es un pequeño texto, una imagen o un video. Generalmente se suelen mostrar ilustraciones o videos porque es una manera más atractiva de captar la atención de los usuarios y es más fácil de memorizar. Además proporciona más facilidad a la hora de compartirlo, que si es un parrafazo.
Una de las ventajas del snackable content es que si nos gusta lo que vemos, vamos a ser nosotros los que busquemos más de ese usuario y no sea él quien nos tenga que incitar a ver sus contenidos.
Aunque Twitter y Vine son las mejores plataformas para realizar este tipo de técnica también se puede realizar por otros medios sociales, como por ejemplo: entradas en el blog que no superen las 700 palabras, grabaciones de audio inferiores a un minuto, estados en Facebook con un tamaño máximo de caracteres similar al de los tweets, o imágenes de Pinterest que incluyan una frase o una cifra.
El snackable content surge porque el tiempo de atención medio que prestamos a lo que vemos es inferior a los 3 segundos, cifra que ha ido disminuyendo en los últimos años.
Antes de que me pase de palabras y dejéis de prestar de atención, doy por finalizado el post. Como se suele decir “lo breve y bueno, dos veces bueno”.
Si os ha gustado, os agradezco que lo compartáis y espero que os haya servido para saber un poco más del snackable content y porque tiene tanto éxito lo que nos deja con hambre de más!
Rubén Martín 